El dormitorio, un rincón con encanto
Nuestro dormitorio es seguramente el espacio de la casa donde más tiempo estamos. Aquí guardamos nuestros objetos más personales y dormimos ocho horas cada día (o al menos eso deberíamos hacer).
El elemento principal de la habitación es la cama. Todo gira entorno a ella. A partir de aquí, combinamos las formas y los colores que mas encajan con el conjunto. Por lo tanto, escoger unas bonitas sábanas o una funda nórdica será súper importante.
Las habitaciones personalizadas son, con diferencia, las más cómodas y habitables. Cuanto más nuestra la hagamos, más y más horas vamos a querer pasar en ella.
Colgar cuadros o espejos de forma estratégica le dará un toque personal y además es una buena táctica para hacer el espacio más grande.
Un pequeña biblioteca, una butaca, nuestro escritorio, una cómoda. Todo esto no son objetos, sino momentos vividos en la intimidad.
El rincón para leer, el sofá de pensar, la mesa de trabajo y el armario donde cada mañana pasamos horas pensando qué nos pondremos.
Las tonalidades escogidas tendrán que reflejar nuestra personalidad. Pero debemos tener en cuenta que los colores demasiado estridentes pueden llegar a afectarnos. Escoger colores «soft» (aunque sea con estampados) son ayudará a mantener la harmonía.
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