Trucos para una cama cálida
Existen muchas evidencias científicas que demuestran que un cama fría inhibe el sueño. Cuando se inicia el proceso de sueño, los vasos sanguíneos se dilatan y nuestros pies, manos y cara liberan calor. Es más sencillo para nuestro cuerpo iniciarlo en una cama cálida y, para conseguirla, te damos algunas ideas:
Saltar encima de la cama. Esto te ayudará a acelerar la circulación sanguínea y, en consecuencia a calienta tu cuerpo desde el interior. También puedes hacerlo en el suelo, pero en tierra firme es menos divertido.
En el Reino Unido se puso en marcha en varios hoteles el servicio calientacamas para ayudar a sus huéspedes a conciliar el sueño. Se trata de un equipo que hace que tu cama acumule el calos necesario para que esté a la temperatura ideal en el momento de tú llegada. Los “calientacamas” llevan la cabeza cubierta, van vestidos con una ropa específica para la creación de calor y se duchan antes de realizar el servicio.
Tener a mano varia mantas o edredones. El secreto está en las capas. A todos nos ha pasado. Despertarnos a media noche asfixiados por habernos pasado de abrigo o congelados por dormir demasiado ligeros. Ten siempre a mano un par de mantas para poder hacer y deshacer a tu antojo y interrumpir al mínimo tu sueño. Además, si colocas una manta entre el colchón y la sábana ayudarás a que el calor se mantenga
La bolsa de agua caliente no solo es excelente para aliviar el dolor muscular sino que también es una herramienta ideal para ayudar a conciliar el sueño. Olvídate de estar pendiente de desenchufarla –como las esterillas eléctricas- y déjala ahí toda la noche. Calienta un poco de agua, viértela en la bolsa, ciérrala bien y, ponla donde tú prefieras.
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