El spa en casa
Escaparse a un spa es una excelente solución para aliviar el estrés al que estamos sometidos diariamente. Pero no siempre tenemos la oportunidad de darnos un premio de este tipo, ya sea por tiempo o dinero. Sin embargo, todos tenemos derecho a unos minutos de relajación a la semana.
¿La solución perfecta? Montar un spa en casa. Una excelente y cómoda opción que nos aportará la dosis de relajación que necesitamos.
En la comodidad de estar en nuestro propio cuarto de baño, tendremos la ventaja de tomarnos un descanso cuando lo veamos conveniente y sin gastar mucho. ¿Sabes cómo?
Primero de todo, deberemos aislarnos de cualquier input del exterior. Evidentemente, el teléfono móvil deberá estar apagado (o bien lejos de nosotros).
Crear un ambiente cálido será uno de los puntos clave, con una luz tenue o velas aromáticas. Además, deberás mantener el baño a una temperatura adecuada (entre 35 y 37 grados), para favorecer la relajación. Mientras llenas la bañera, échale gel de baño y alguna esencia aromática. Para una mayor comodidad, retira todos los objetos del baño que no vayas a utilizar, como frascos o adornos innecesarios.
No hace falta invertir mucho tiempo en relajarse. Con unos 20 minutos será suficiente para desconectar sin quedarte deshidratado. Cierra los ojos y bloquea todos los pensamientos negativos. Céntrate en tu propia respiración.
Finalmente, enjuaga tu pelo y cuerpo con agua limpia y un poco más fría, para reactivar el cuerpo.